La batalla tuvo un impacto significativo en la política británica hacia la guerra. Antes de Antietam, el gobierno británico había estado considerando reconocer a la Confederación como una nación independiente. Sin embargo, la victoria de la Unión en Antietam los convenció de que era poco probable que la Confederación ganara la guerra y decidieron mantener su neutralidad.
Además, la Proclamación de Emancipación, que el presidente Lincoln emitió unos meses después de Antietam, disuadió aún más a los británicos de intervenir del lado de la Confederación. La Proclamación de Emancipación declaró que todos los esclavos en territorio confederado serían libres e hizo de la guerra una cruzada moral por la abolición de la esclavitud. El público británico se oponía firmemente a la esclavitud y no quería que su país fuera asociado con un régimen basado en ella.
Como resultado de Antietam y la Proclamación de Emancipación, el gobierno británico permaneció neutral durante toda la Guerra Civil. Este fue un duro golpe para la Confederación, que esperaba el apoyo británico. La Unión finalmente ganó la guerra y la Confederación fue derrotada.