Clima:
La Media Luna Fértil tiene un clima mediterráneo con veranos calurosos y secos e inviernos suaves y húmedos. Este clima es ideal para cultivar una variedad de cultivos, incluidos trigo, cebada, lentejas y garbanzos. Por el contrario, el norte de Europa tiene un clima frío y templado con inviernos largos y duros y veranos cortos y frescos. Este clima no es propicio para el cultivo y dificulta la supervivencia de los humanos.
Agua:
La Media Luna Fértil alberga algunos de los ríos más importantes del mundo, incluidos los ríos Tigris, Éufrates y Nilo. Estos ríos proporcionaban una fuente constante de agua para beber, irrigar y transportar. Por el contrario, el norte de Europa tiene varios ríos y lagos pequeños, pero no son tan fiables como los ríos de la Media Luna Fértil.
Terreno:
La Media Luna Fértil tiene una tierra relativamente plana y fértil que es fácil de cultivar. Por el contrario, el norte de Europa está cubierto de bosques y montañas, lo que dificulta la limpieza de tierras para la agricultura.
Recursos:
El Creciente Fértil es rico en recursos naturales, como pedernal, obsidiana y cobre. Estos recursos se utilizaron para fabricar herramientas, armas y otros objetos esenciales para la supervivencia. Por el contrario, el norte de Europa tiene pocos recursos naturales y no es tan adecuado para la habitación humana.
Por lo tanto, la combinación de clima, agua, tierra y recursos favorables hizo del Creciente Fértil una región mucho más atractiva para las primeras migraciones humanas que el norte de Europa.