Historia de Europa

La curiosa historia del hallazgo de los restos de Juan sin Tierra

La curiosa historia del hallazgo de los restos de Juan sin Tierra Entrada extraída del libro Los Plantagenets

Con cierta frecuencia, son objeto de noticias relacionadas con excavaciones arqueológicas que creen haber localizado, tras arduas investigaciones y en lugares a veces insospechados, los restos mortales de algún personaje de gran importancia. de atención en la prensa. históricos como Alejandro Magno o el rey inglés Ricardo III. Lo que llama la atención del caso que nos ocupa es el revuelo que se creó y la importancia que se le otorgó en su momento en Inglaterra por el hallazgo de los restos de un rey que fueron encontrados… en la impresionante tumba de dicho rey ubicada a la derecha. en el centro de una famosa catedral.

Worcester (Inglaterra), verano de 1797. El clérigo encargado de la catedral decidió que la tumba del rey inglés Juan el Sin Tierra, presidida por una efigie del monarca y situada en el centro de la catedral era una molestia porque bloqueaba el paso hacia el altar y le obligaba a rodear la tumba cada vez que tenía que celebrar un servicio. Así que, ni corto ni perezoso, decidió emprender una obra para trasladar el sepulcro a un lugar de la catedral donde le resultara menos incómodo. Hoy en día algo así sería impensable, pero parece que en aquella época a nadie le sorprendió que un clérigo pudiera decidir libremente cambiar la ubicación de la tumba de un rey por un motivo tan trivial.

Al principio no se le dio mucha importancia, pues según todas las crónicas antiguas, la estatua del rey que presidía la tumba era de tiempos cercanos a la muerte del rey. en 1216 y fue Los huesos de Juan I fueron encontrados juntos en una antigua capilla lateral de la catedral. Cuando se construyó el resto de la tumba en el siglo XVI (junto con el mausoleo del hermano de Enrique VIII, Arturo Tudor, que también está enterrado en la catedral de Worcester), la estatua de Juan se colocó encima de la nueva tumba, pero su los restos habían permanecido en su lugar original.

Entonces un grupo de trabajadores emprendió la tarea de trasladar la tumba del rey; Comenzaron quitando los costados del monumento y limpiando los escombros. Grande fue su sorpresa cuando encontraron un ataúd de piedra debajo de la tumba. Inmediatamente convocaron al decano y al capellán de la catedral, así como a varias autoridades locales con conocimientos de historia y arqueología. Se abrió el ataúd y en su interior apareció en sorprendente buen estado el cuerpo del rey Juan sin Tierra. Evidentemente había sufrido cierta descomposición y, a pesar de haber sido embalsamado, algunas partes se encontraban en estado de putrefacción, pero en general se encontraba en relativamente buen estado. Por supuesto, algunas partes del cuerpo se habían movido como consecuencia del traslado realizado en el siglo XVI, pero el resto de su cuerpo se encontraba en la misma situación en la que fue enterrado en 1216.

De hecho, la ubicación del cuerpo del rey y su vestimenta coincidía exactamente con la de la estatua que presidía su tumba, incluida la espada que portaba. La única diferencia era que la estatua llevaba una corona mientras que el cadáver llevaba una especie de gorro típico de los monjes de la época. Pudieron comprobar que el rey medía poco más de un metro setenta centímetros.

No se pudieron realizar más investigaciones sobre el ataúd y el cuerpo del monarca, pues apenas se difundió la noticia, la catedral se llenó de curiosos, obligándolos a regresar a Cierra apresuradamente el ataúd. Aun así, los cazadores de reliquias tuvieron tiempo de hacerse con los huesos de su pulgar y dos de sus dientes, que tras diversas peripecias acabaron regresando a la catedral en cuyo museo se exponen actualmente. Sus sandalias y pantalones también fueron robados y puestos a subasta, donde fueron adquiridos por el famoso compositor Edward Elgar (natural de Worcester) y devueltos a la catedral.

El revuelo que causó entre los ciudadanos de Worcester el descubrimiento de los restos de Juan sin Tierra fue comprensible, pues en aquella época una de las leyendas más famosas entre los ingleses era la de de Robin Hood, en la que Juan Sin Tierra interpretaba el papel del malvado príncipe que pretendía usurpar el trono de su hermano Ricardo Corazón de León y que intentaba acabar con los rebeldes del bosque de Sherwood junto al sheriff de Nottingham. P>

En realidad, la asociación entre las leyendas de diferentes personajes que terminaron dando origen al mito de Robin Hood y Juan sin Tierra carece de fundamento alguno; Es más, las primeras versiones de las narraciones y representaciones en ferias de pueblo que contaban las hazañas de Robin Hood lo situaban en el reinado del rey Eduardo y no fue hasta el siglo XVI cuando el forajido de Sherwood empezó a asociarse con Juan sin Tierra… pero esa es otra historia.

Lo curioso es que, si a un clérigo de Worcester no le hubiera importado tener que dar unos pasos más alrededor de la tumba de un rey en su camino hacia el altar, posiblemente se encontraran los restos mortales de este monarca. nunca habría sido descubierto. En cualquier caso, al final, la tumba de Juan sin Tierra no fue trasladada y permanece en el mismo lugar donde fue colocada en el siglo XVI.

Fuente| Marc Morris Rey Juan:Traición, tiranía y el camino hacia la Carta Magna