1. Falta de bipartidismo:
El presidente Wilson no realizó amplias consultas bipartidistas antes de presentar el tratado para su ratificación en el Senado. El Partido Republicano se opuso a varios elementos del tratado, en particular al establecimiento de la Sociedad de Naciones, que consideraban una infracción de la soberanía estadounidense. La falta de voluntad de Wilson para comprometerse y negociar con los senadores republicanos alienó a sus posibles partidarios e hizo difícil lograr la mayoría necesaria de dos tercios.
2. Mala salud e inflexibilidad:
Durante el período crítico de las negociaciones del tratado, el presidente Wilson sufrió un grave derrame cerebral que afectó gravemente su salud. Esto le impidió participar activamente en esfuerzos de lobby o responder eficazmente a las preocupaciones y objeciones de los republicanos. Su rigidez al defender el tratado sin complacer las demandas republicanas polarizó aún más el debate y disminuyó sus posibilidades de éxito.
3. Sentimiento aislacionista:
La opinión pública estadounidense en ese momento favorecía el aislacionismo después de la devastadora experiencia de la Primera Guerra Mundial. Muchos estadounidenses dudaban en comprometerse con cualquier acuerdo internacional a largo plazo, percibiéndolos como alianzas complicadas que podrían arrastrar al país a conflictos futuros. Los esfuerzos de Wilson por persuadir al público sobre los beneficios del tratado, incluida la Liga de Naciones, enfrentaron una importante resistencia por parte de sentimientos aislacionistas.
4. Reservas senatoriales:
Los senadores republicanos introdujeron numerosas reservas al tratado, buscando modificar o aclarar varias disposiciones. Wilson se opuso rotundamente a estas reservas, considerándolas modificaciones del acuerdo original alcanzado en Versalles. Su negativa a aceptar cualquier modificación enajenó a los republicanos moderados que, de otro modo, podrían haber apoyado el tratado con ciertos ajustes.
5. Errores de cálculo políticos:
Wilson calculó mal hasta qué punto su popularidad personal influiría en la ratificación del tratado por el Senado. Inicialmente creyó que el apoyo público al tratado era suficiente y no anticipó el nivel de oposición que encontraría en el Senado. Su infructuosa gira de campaña para promover el tratado erosionó aún más la confianza del público en su liderazgo.
6. Vínculo del tratado con la Liga de Naciones:
La Sociedad de Naciones fue un componente central del Tratado de Versalles y su establecimiento fue profundamente controvertido. Muchos senadores, incluidos algunos demócratas, se opusieron a la Liga por temor a que limitara la soberanía y la capacidad de toma de decisiones de Estados Unidos. La insistencia de Wilson en la inclusión de la Liga en el tratado vinculó su destino al tratado mismo, convirtiéndolo en un obstáculo importante para la ratificación.
En conclusión, el fracaso del Presidente Wilson en lograr la aprobación del Senado para el Tratado de Versalles puede atribuirse a varios factores, entre ellos su falta de bipartidismo, su mala salud, su inflexibilidad, la prevalencia del sentimiento aislacionista, su rechazo de las reservas senatoriales, sus errores de cálculo políticos y la Naturaleza controvertida de la Sociedad de Naciones. Estos factores en conjunto obstaculizaron sus esfuerzos y finalmente llevaron al rechazo del tratado por parte del Senado.