1. Pérdida de territorio y prestigio: Alemania perdió importantes territorios como resultado del Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Esto incluyó la pérdida de Alsacia-Lorena ante Francia, Eupen-Malmédy ante Bélgica, Schleswig del Norte ante Dinamarca y Prusia Occidental, Posen y Alta Silesia. a Polonia. Además, Alemania perdió todas sus colonias de ultramar. Muchos alemanes vieron estas pérdidas territoriales como una humillación y una traición a su país.
2. Dificultades económicas: La economía alemana estaba en ruinas después de la Primera Guerra Mundial. El país estaba agobiado por fuertes reparaciones de guerra y el valor de la moneda alemana (el marco) se había desplomado, lo que había provocado una hiperinflación. Esta crisis económica provocó pobreza y dificultades generalizadas entre la población alemana. Muchas personas culparon al gobierno por sus problemas económicos y sintieron que habían sido traicionadas por quienes estaban en el poder.
3. Ascenso del Partido Nazi: El Partido Nazi llegó al poder en Alemania en 1933, prometiendo restaurar la grandeza de Alemania y vengar las injusticias del Tratado de Versalles. El régimen nazi emprendió un programa de expansionismo agresivo y conquistas militares, que condujo a la Segunda Guerra Mundial. Muchos alemanes comunes y corrientes inicialmente apoyaron al Partido Nazi y sus políticas, creyendo que actuaban en el mejor interés del país. Sin embargo, a medida que avanzaba la guerra y Alemania comenzaba a sufrir derrotas, muchos alemanes se dieron cuenta de que habían sido engañados por la propaganda nazi y se sentían traicionados por el régimen.
4. Ocupación de posguerra y desnazificación: Después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue ocupada por las fuerzas aliadas. El país se dividió en cuatro zonas de ocupación y los aliados implementaron un programa de desnazificación para eliminar la influencia nazi de la sociedad alemana. Este proceso implicó el arresto y castigo de funcionarios y partidarios nazis, así como la eliminación de los símbolos y la propaganda nazi de los espacios públicos. Muchos alemanes sintieron que estaban siendo castigados injustamente por los crímenes del régimen nazi y que habían sido traicionados por los aliados.
Estos factores se combinaron para crear una sensación de traición entre muchos alemanes comunes y corrientes después de la Segunda Guerra Mundial. Sentían que su propio gobierno, los aliados y sus propios compatriotas que habían apoyado al régimen nazi los habían decepcionado. Este sentimiento de traición contribuyó a la desilusión generalizada y la crisis moral que caracterizaron a la sociedad alemana después de la guerra.