Por otro lado, algunos críticos sostienen que las políticas de Gorbachov contribuyeron en última instancia al colapso de la Unión Soviética en 1991. La descentralización del poder a través de sus reformas puede haber debilitado el control central y, sin darse cuenta, avivado sentimientos separatistas entre varias repúblicas dentro de la Unión Soviética. La reestructuración económica tuvo resultados mixtos:algunas industrias lucharon por adaptarse y provocaron dificultades económicas para los ciudadanos. Además, algunos vieron las políticas exteriores de Gorbachov, como su retirada de tropas de Afganistán y su enfoque conciliador hacia los países occidentales, como una desviación de las posturas soviéticas tradicionales y un debilitamiento de la posición global del país.
Por lo tanto, evaluar el papel de Gorbachov como patriota o subversivo es complejo y requiere considerar múltiples factores. Las interpretaciones pueden diferir según los puntos de vista políticos, los contextos históricos y las experiencias individuales durante ese período.