Exposición de la piel
Cuando el gas mostaza entra en contacto con la piel, provoca sensación de ardor y enrojecimiento. La piel puede ampollarse e inflamarse y, en algunos casos, incluso puede volverse negra y morir. El gas mostaza también puede causar daños permanentes en la piel, como cicatrices y decoloración.
Exposición ocular
El gas mostaza puede causar irritación, dolor e inflamación graves en los ojos. Los ojos pueden volverse llorosos e inyectados en sangre, y la persona puede experimentar visión borrosa o incluso ceguera. En algunos casos, se pueden formar úlceras corneales y provocar una pérdida permanente de la visión.
Exposición respiratoria
Si se inhala gas mostaza, puede provocar irritación e inflamación del tracto respiratorio. La persona puede experimentar tos, estornudos y dificultad para respirar. En casos graves, el gas mostaza puede provocar bronquitis, neumonía e incluso la muerte.
Otros síntomas
El gas mostaza también puede provocar otros síntomas, como náuseas, vómitos, diarrea y mareos. En algunos casos, la exposición al gas mostaza también puede provocar problemas médicos más graves, como insuficiencia renal, daño hepático y cáncer.
El gas mostaza es un agente de guerra química altamente tóxico que puede causar una amplia gama de síntomas y problemas médicos. En casos graves, el gas mostaza puede provocar la muerte.