Infraestructura aliada :Los alemanes atacaron puentes, carreteras, ferrocarriles y otras infraestructuras para interrumpir el movimiento de tropas, suministros y equipos aliados. Esto fue particularmente importante en áreas donde los aliados avanzaban o se preparaban para ofensivas.
Complejos Industriales y Fábricas :Los alemanes dieron prioridad a la destrucción de fábricas, complejos industriales y centros de producción que eran cruciales para la producción de materiales de guerra, como armas, municiones, aviones y vehículos. Al atacar estas instalaciones, pretendían debilitar la capacidad de los aliados para producir y sostener su esfuerzo bélico.
Bases e instalaciones militares :Los alemanes llevaron a cabo ataques aéreos y terrestres contra bases militares, aeródromos, instalaciones navales y depósitos de suministros aliados. Estos ataques tenían como objetivo dañar o destruir aviones, barcos, suministros de combustible y otros activos críticos que eran esenciales para las operaciones militares de los Aliados.
Puertos y Puertos :Los alemanes reconocieron la importancia de los puertos y puertos para el transporte de tropas y suministros. Intentaron destruir las instalaciones portuarias, muelles, almacenes e infraestructura portuaria para alterar la capacidad de los aliados de recibir y distribuir recursos.
Redes de Comunicaciones y Transportes :Los alemanes atacaron los sistemas de comunicación, como estaciones de radio, redes de telégrafos y líneas telefónicas, para interrumpir el flujo de información y la coordinación entre las fuerzas aliadas. También atacaron las redes ferroviarias y de carreteras para obstaculizar el movimiento de tropas, suministros y refuerzos.
Moral civil :En algunos casos, los alemanes atacaron deliberadamente zonas civiles para aterrorizar y desmoralizar a la población. Esto se hizo a menudo mediante bombardeos aéreos o bombardeos de artillería contra ciudades y pueblos, con el objetivo de debilitar la determinación de los Aliados de continuar la guerra.