La trata transatlántica de esclavos fue un sistema brutal y deshumanizador que obligó a millones de africanos a la servidumbre involuntaria en las Américas. A partir del siglo XVI, los traficantes de esclavos europeos capturaron y transportaron a hombres, mujeres y niños africanos a través del Océano Atlántico para venderlos como esclavos en plantaciones, granjas y áreas urbanas. La trata transatlántica de esclavos fue una de las migraciones forzadas más grandes de la historia y tuvo un profundo impacto tanto en África como en América.