El aislacionismo es una política exterior que defiende que una nación debe evitar alianzas políticas o militares con otros países y debe centrarse en su propio interés. Henry Ford y Charles Lindbergh fueron destacados aislacionistas estadounidenses a principios del siglo XX. Creían que Estados Unidos debería mantenerse al margen de las guerras europeas y centrarse en sus propios problemas económicos y sociales.