El auge del sector servicios: El sector de servicios ha crecido rápidamente en las últimas décadas, pero estos empleos suelen estar menos sindicalizados que los empleos manufactureros. Esto ha erosionado aún más la afiliación sindical.
Legislación antisindical: Tanto el gobierno federal como muchos estados han aprobado leyes que han dificultado que los sindicatos se organicen y negocien colectivamente. Esto ha hecho que los sindicatos sean más débiles y menos eficaces, lo que ha provocado una disminución del número de afiliados.
Competencia global: El aumento de la competencia global ha presionado a las empresas estadounidenses para que reduzcan costos, lo que ha provocado pérdidas de empleos y congelaciones salariales. Esto ha hecho que los sindicatos sean menos atractivos para los trabajadores, ya que a menudo se los considera una forma de proteger empleos y salarios.
Erosión de los derechos laborales: La erosión de los derechos laborales en Estados Unidos también ha contribuido a la disminución de la afiliación sindical. Esta erosión incluye el debilitamiento de la Ley Nacional de Relaciones Laborales, el aumento de las leyes sobre el derecho al trabajo y la disminución de la aplicación de las leyes laborales.