El propósito de la Mesa Redonda era proporcionar un lugar donde Arturo y sus caballeros pudieran discutir asuntos importantes del reino, como guerras, misiones y leyes. También era un lugar donde los caballeros podían socializar y conocerse mejor. La mesa era redonda para que ningún caballero se sentara encima o debajo de otro caballero, simbolizando su igualdad y unidad.
También se decía que la Mesa Redonda tenía propiedades mágicas, como la capacidad de curar a los enfermos y devolver la vida a los muertos. También se decía que a la mesa sólo podían sentarse caballeros que fueran puros de corazón y no tuvieran malas intenciones.
La Mesa Redonda es uno de los símbolos más emblemáticos de la leyenda artúrica y se utiliza a menudo para representar la caballería y la justicia. Ha sido representado en innumerables obras de arte, literatura y cine.