Estabilización de economías devastadas por la guerra: El plan tenía como objetivo proporcionar asistencia financiera para restaurar la producción industrial, el transporte y la infraestructura con el fin de estabilizar las economías devastadas por la guerra.
Integración económica: El Plan Marshall fomentó la integración económica entre los países europeos, rompiendo barreras comerciales, formando uniones aduaneras y fomentando la cooperación.
Estabilidad política y democracia: La ayuda proporcionada por el Plan Marshall estaba condicionada al establecimiento de instituciones democráticas y estabilidad política para garantizar el éxito a largo plazo de los esfuerzos de recuperación económica.
Frenar la influencia del comunismo: La ayuda económica también estuvo motivada por el deseo de contener la influencia del comunismo en Europa, que se percibía como una amenaza para Estados Unidos y sus aliados durante la era de la Guerra Fría.
Crecimiento económico: El Plan Marshall facilitó la transferencia de tecnología, capital y experiencia de Estados Unidos a las naciones europeas, contribuyendo a su crecimiento y avance económico.
Comercio con Estados Unidos: El plan alentó a las naciones europeas a comerciar más con Estados Unidos, lo que ayudó a estimular el crecimiento económico y ampliar las oportunidades de exportación para ambas partes.
Desarrollo a largo plazo: El objetivo final del Plan Marshall era promover el desarrollo y la prosperidad a largo plazo de Europa, ayudándola a recuperarse de los efectos devastadores de la Segunda Guerra Mundial y dando forma al panorama económico del continente.