Los Battle Tours tuvieron un impacto significativo en la historia europea en las décadas de 1920 y 1930:
1. Ascenso del fascismo: Las giras facilitaron el surgimiento de movimientos fascistas en Europa. Al glorificar a los soldados caídos y enfatizar el sacrificio nacional, estas giras alimentaron sentimientos nacionalistas. Esto, a su vez, contribuyó al ascenso de líderes nacionalistas como Benito Mussolini en Italia y Adolf Hitler en Alemania.
2. Militarización: Las giras reforzaron las actitudes militaristas en Europa. Presentaron la guerra y la batalla como heroicas y honorables, lo que hizo el juego a los grupos militaristas y revanchistas que buscaban recuperar territorios perdidos en la Primera Guerra Mundial. Esta militarización contribuyó a la acumulación de fuerza militar que eventualmente condujo a la Segunda Guerra Mundial.
3. Disputas territoriales: Las giras perpetuaron disputas territoriales no resueltas y agravios de la Primera Guerra Mundial. Al visitar sitios asociados con una defensa heroica o una derrota valiente, las giras mantuvieron abiertas las heridas del pasado y contribuyeron a las tensiones entre naciones. Esto influyó en el estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando los agravios no resueltos se desbordaron.
4. Propaganda política: Los partidos nacionalistas y de derecha utilizaron a menudo las giras como herramientas de propaganda política. Al controlar la narrativa y dar forma a la interpretación de la historia, estas giras ayudaron a movilizar el apoyo público para sus ideologías políticas.
5. Antisemitismo y racismo: Algunas de las giras perpetuaron opiniones antisemitas y racistas. En Alemania, por ejemplo, el foco en el "mito de la puñalada por la espalda", que culpaba de la derrota de la Primera Guerra Mundial a fuerzas internas como judíos y comunistas, contribuyó al creciente sentimiento antisemita en el país.
Conclusión:
Los Battle Tours en Europa durante el período de entreguerras tuvieron un profundo impacto en la historia europea. Contribuyeron al ascenso del fascismo, la militarización, las disputas territoriales no resueltas, la propaganda política y la propagación del antisemitismo. En última instancia, estos factores prepararon el escenario para el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la devastación que trajo a Europa y el mundo.