Los mandatos se dividieron en tres categorías:
Mandatos de clase A: Estos eran los territorios más desarrollados y se esperaba que pudieran lograr la independencia en un futuro próximo. Entre ellos se encontraban Siria, el Líbano y Palestina.
Mandatos de clase B: Estos territorios estaban menos desarrollados que los mandatos de Clase A y se esperaba que necesitaran un período más largo de tutela antes de poder lograr la independencia. Entre ellos estaban Irak, Transjordania y Camerún.
Mandatos de clase C: Estos territorios eran los menos desarrollados y se esperaba que necesitaran un largo período de tutela antes de poder lograr la independencia. Entre ellos se encontraban el África Oriental Alemana, el África Sudoccidental Alemana y Samoa Occidental.
El sistema de mandato fue controvertido desde el principio, ya que algunas personas argumentaron que era una forma de colonialismo. Sin embargo, proporcionó un marco para la administración de estos territorios y ayudó a garantizar que sus habitantes no fueran desatendidos. El sistema de mandato fue finalmente abolido en 1946, cuando la mayoría de los territorios bajo mandato habían alcanzado la independencia.