- Rápida industrialización: Rusia estaba atravesando un rápido proceso de industrialización a finales del siglo XIX y principios del XX, que condujo a:
- Malas condiciones laborales: Las largas jornadas, los bajos salarios y las peligrosas condiciones laborales en las fábricas provocaron un descontento generalizado entre la clase trabajadora.
- Urbanización: El rápido crecimiento de las ciudades provocó hacinamiento, malas condiciones de vivienda y altos niveles de desempleo.
- Distribución desigual de la tierra: El campesinado ruso estaba agobiado por impuestos opresivos y una distribución desigual de la tierra.
- Prácticas agrícolas ineficientes: Los métodos agrícolas obsoletos y la falta de inversión en agricultura contribuyeron a la baja productividad, las frecuentes pérdidas de cosechas y la hambruna generalizada.
2. Problemas políticos:
- Autocracia: Rusia estuvo gobernada por una monarquía autocrática bajo el gobierno opresivo del zar Nicolás II, donde todo el poder estaba concentrado en sus manos y las libertades políticas limitadas.
- Falta de derechos civiles y políticos: El gobierno zarista suprimió libertades básicas como la libertad de expresión, reunión y prensa. La disidencia política fue brutalmente aplastada.
3. Problemas sociales:
- Desigualdad extrema: La sociedad rusa estaba dividida según rígidas líneas de clases, con una pequeña aristocracia, ricos terratenientes y comerciantes en la cima y la gran mayoría de la población empobrecida y marginada.
- Discriminación: Las minorías religiosas, como los judíos y los polacos, y las minorías étnicas enfrentaron discriminación y persecución por parte del gobierno.
4. Primera Guerra Mundial:
- La participación rusa en la Primera Guerra Mundial trajo inmensas dificultades y sufrimiento al pueblo ruso.
- Millones de soldados fueron movilizados y asesinados en el esfuerzo bélico.
- La guerra ejerció una presión inmensa sobre la economía del país, lo que provocó escasez, inflación y mayores trastornos económicos.
5. Fracaso del liderazgo
- El zar Nicolás II y su gobierno eran ampliamente considerados incompetentes, débiles y desconectados de las necesidades del pueblo. Su falta de liderazgo y su incapacidad para resolver la crisis erosionaron el apoyo público y la confianza en el gobierno.