Durante la Revolución Francesa, la sociedad francesa se dividió en tres estamentos:
1. El Primer Estado era el clero. El clero era responsable de los asuntos religiosos y tenía mucho poder e influencia en la sociedad francesa.
2. El Segundo Estado era la nobleza. La nobleza era la clase alta de la sociedad francesa y ocupaba muchos de los puestos más poderosos en el gobierno y el ejército.
3. El Tercer Estado era el pueblo llano. El Tercer Estado incluía a todos los que no eran miembros del clero o de la nobleza. Esto incluía a campesinos, comerciantes, artesanos y trabajadores de fábricas.
El Tercer Estado era el más grande de los tres, pero tenía la menor cantidad de poder e influencia. Los miembros del Tercer Estado eran a menudo pobres y tenían poco acceso a la educación o a las oportunidades. También estaban sujetos a fuertes impuestos y leyes opresivas.
La Revolución Francesa fue en parte una reacción a las injusticias del sistema de tres estados. Los revolucionarios buscaron crear una sociedad más igualitaria donde todos los ciudadanos tuvieran los mismos derechos y oportunidades. La revolución condujo al derrocamiento de la monarquía y la creación de una república.