El camino en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres está plagado de figuras que se hicieron un nombre en la historia en su esfuerzo por alcanzar ese objetivo. Hoy quiero hablaros de una de esas mujeres, que durante más de sesenta años luchó duramente por la igualdad entre sexos y que destacó en dos de las reivindicaciones más significativas de este movimiento durante el siglo XX:el derecho al sufragio por mujeres e igualdad salarial entre ambos sexos. Su nombre era Leonora Cohen y se la conoce, con razón, como La Sufragista de la Torre de Londres.
Leonora Cohen nació en Leeds en 1873. A los catorce años empezó a trabajar como sombrerera y desde muy pequeña se interesó por la causa feminista. En 1900 se casó con el joyero Henry Cohen, quien durante toda su vida siempre apoyó las ideas de su esposa, lo que le valió más de un problema en el Club Liberal del Condado de Leeds al que pertenecía. En una entrevista de 1974 Leonora contó que uno de los socios del club le hizo el siguiente comentario a Henry:"Si yo tuviera una esposa como la tuya, la ataría a la pata de la mesa".
Su interés por la causa feminista llevó a Leonora a afiliarse en 1909 a la WSPU (Unión Social y Política de Mujeres), creada en 1903 por Emmeline Pankhurst, movimiento que pasó a la historia con el nombre de Sufragistas. por hacer de la demanda del derecho al voto de las mujeres el principal motivo de su protesta. Para Leonora, como para muchas otras mujeres, lo que la atrajo al movimiento por el sufragio fue su llamado a la acción directa de las mujeres para lograr el ansiado derecho al voto. Con el tiempo, Leonora pasó a formar parte del grupo de mujeres que acompañaron a Pankhurst en todo momento.
Las actuaciones de las sufragistas solían ser muy espectaculares y pretendían causar sensación en la opinión pública. Jennie Baines se convirtió en la primera sufragista condenada por un jurado y cumplió seis semanas de cárcel; Cuando fue liberada, fue recibida por una multitud de mujeres a su salida de la cárcel y una procesión la acompañó a su regreso a Londres. Poco a poco las acciones de las sufragistas se volvieron más radicales. Emily Davidson se hizo muy famosa cuando murió en 1913 atropellada por un caballo mientras intentaba llegar al rey Jorge V en el Derby de Epsom.
En cuanto a nuestra protagonista, fue encarcelada tres veces. El primero, en 1911, por tirar una piedra a una ventana del edificio del ayuntamiento, le costó una semana de cárcel. Esto provocó que su entorno se volviera contra ella y su familia. El hijo de Leonora fue acosado en la escuela y ella recibió cartas amenazadoras de viejos amigos.
Esto no disuadió a Leonora de luchar por sus ideas. Es de destacar que siguió manteniendo sus actuaciones a pesar del pánico que sentía ante cualquier enfrentamiento, así lo afirmó en una entrevista en 1974:«cada vez que tenía que realizar alguna actividad como militante casi muero de miedo, porque odiaba todo lo que implicaba enfrentamientos o disturbios, si veía una multitud avanzando por una calle iba en dirección contraria ».
En 1913, tras formar parte de la delegación del sufragio que se reunió con Lloyd George para explicarle las pésimas condiciones laborales de las mujeres , Leonora protagonizó el hecho que le dio notoriedad y le dio el apodo con el que se la conoce. Las sufragistas se habían embarcado en una nueva campaña de lanzamiento de piedras contra las ventanas de los edificios públicos. Leonora dio un paso más y entró en la habitación de la Torre de Londres donde se guardaban las joyas de la Corona y arrojó una barra de hierro contra el biombo que las protegía.
Fue detenida y llevada a juicio, pero fue absuelta tras alegar que el precepto por el que había sido procesada sólo contemplaba penas para quienes causaran daños a bienes públicos por valor de más de cinco libras, cifra que las consecuencias de su acción no habían alcanzado. .
El impacto mediático de la acción llevada a cabo fue tremendo por la importancia simbólica del objeto del ataque de Leonora. Este fue el hecho que le valió el apodo de La Sufragista de la Torre de Londres . En la siguiente reunión de la WSPU, Emmeline Pankhurst presentó a Leonora a los asistentes como la mujer que había protagonizado un acto de protesta que había resonado en todo el reino.
Leonora continuó realizando actividades por el movimiento sufragista lo que le valió un nuevo arresto en noviembre de 1913, cuando arrojó un objeto por una ventana del edificio donde el Primer Ministro se encontraba de visita en Leeds. La enviaron a la prisión de Armley, donde inició una huelga de hambre y sed. Una ley curiosa (llamada Ley del Gato y el Ratón ) estableció la posibilidad de liberar a un preso que se encontrara muy débil, con la disposición de regresar a prisión para cumplir el resto de su condena cuando fuera recuperado. Leonora salió libre cuando llevaba un mes presa como establece dicha norma debido a su debilidad por la huelga de hambre en la que se encontraba, pero nunca regresó a prisión.
Se instaló en Harrogate con su marido y su hijo. Allí regentó una pensión, en la que acogió a sufragistas liberadas por el mismo motivo que ella, a las que acogió hasta que recuperaron fuerzas. También ayudó a ocultar a los activistas que huían de la policía.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, regresó a Leeds para trabajar en una fábrica de municiones y fundó un sindicato para trabajadoras de estas fábricas. Al final del conflicto, solicitó un puesto en la Policía, pero fue rechazado por su origen sufragista.
En 1920 fue nombrada magistrada del Tribunal Penal de Leeds, cargo que ocuparía durante treinta años. En 1928 recibió la OBE (Orden del Imperio Británico) por sus servicios en Leeds.
Nunca dejó de luchar por los derechos de las mujeres y de dar visibilidad a la lucha del movimiento sufragista. En 1966 participó en una exposición en el Abbey House Museum sobre el movimiento sufragista y posteriormente en una serie de entrevistas en la BBC sobre la historia del sufragismo con otras dos supervivientes de la época.
Ya con más de 90 años, en 1970, se involucró en una campaña para lograr la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Y en 1973, con motivo de su centenario, pronunció un discurso en el que pronunció la siguiente frase:«Espero que las mujeres del futuro se organicen en grupos o sindicatos y utilicen su voto de manera inteligente para garantizar que se alcancen los niveles más altos. desarrollo de la mujer r".
Leonora Cohen, La sufragista de la Torre de Londres, falleció en Gales en 1978, a la edad de 105 años.
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