Las potencias aliadas controlaban la mayoría de los recursos económicos del mundo, incluido el poder industrial, la capacidad de fabricación y el acceso a las materias primas.
Fuerza combinada:
Como colectivo, las potencias aliadas pudieron aunar sus recursos y coordinar sus esfuerzos para derrotar a las potencias del Eje. Esto incluía compartir información, coordinar estrategias militares, asignar suministros y recursos y aprovechar la capacidad industrial.
Ubicaciones geográficas estratégicas :
Muchas potencias aliadas tenían ubicaciones estratégicas que proporcionaban acceso a importantes rutas marítimas, líneas de suministro y regiones geográficas. Esto les permitió ejercer influencia sobre áreas clave e interrumpir las cadenas de suministro y el acceso a los recursos del enemigo.
Avances tecnológicos :
Varias potencias aliadas, en particular Estados Unidos, lograron importantes avances tecnológicos durante la Segunda Guerra Mundial. Esto incluyó el desarrollo de nuevos sistemas de armas, vehículos, sistemas de comunicación y tecnología de radar, lo que les dio una ventaja en el conflicto.
Alianzas globales e influencia diplomática:
Los aliados lograron construir alianzas y obtener apoyo de otros países del mundo. Esto amplió su alcance y les permitió obtener acceso a recursos, bases y ubicaciones estratégicas que eran cruciales para el esfuerzo bélico.
Moral y unidad :
Las potencias aliadas lograron generar un sentido de unidad y un propósito compartido entre las naciones y pueblos involucrados en el conflicto. Esto aumentó su moral y su voluntad de luchar por una causa común contra las potencias del Eje.