El período inmediatamente posterior a la guerra fue una época de caos e incertidumbre. Las fuerzas aliadas establecieron un gobierno militar para supervisar la reconstrucción de Alemania, pero el país tardó muchos años en recuperarse. La "cuestión alemana" -cómo tratar con Alemania y prevenir futuras agresiones- era una de las principales preocupaciones de los aliados.
En los años posteriores a la guerra, Alemania se dividió en dos estados separados:Alemania Occidental (la República Federal de Alemania) y Alemania Oriental (la República Democrática Alemana). Alemania Occidental se convirtió en una democracia próspera estrechamente aliada de Estados Unidos y Europa Occidental, mientras que Alemania Oriental se convirtió en un estado comunista alineado con la Unión Soviética.
La división de Alemania fue una fuente de tensión durante la Guerra Fría, y no fue hasta la caída del Muro de Berlín en 1989 y la reunificación de Alemania en 1990 que el país finalmente se reunificó.
En las décadas transcurridas desde la reunificación, Alemania ha experimentado una transformación notable. Ahora es un país próspero y democrático que ha asumido un papel de liderazgo en los asuntos europeos. Sin embargo, el legado de la Segunda Guerra Mundial sigue dando forma a la sociedad y la política alemanas, y el país sigue comprometido a promover la paz y la reconciliación tanto dentro como fuera del país.