Los españoles tenían una ventaja significativa sobre los pueblos nativos en términos de tecnología militar. Tenían acceso a pistolas, cañones y otras armas que eran mucho más poderosas que cualquier cosa que tuvieran los nativos. Esto les permitió derrotar a los nativos en batalla y establecer su control sobre el Nuevo Mundo.
Además de su superioridad militar, los españoles también se beneficiaron del hecho de que los pueblos nativos a menudo estaban divididos y desunidos. Esto facilitó a los españoles su conquista, ya que pudieron aprovechar las rivalidades y alianzas entre diferentes grupos nativos.
Finalmente, los españoles también pudieron beneficiarse de la propagación de enfermedades entre los pueblos nativos. Enfermedades como la viruela y el sarampión devastaron a las poblaciones nativas, facilitando aún más a los españoles su conquista.