A medida que los turcos otomanos ampliaron su control sobre Oriente Medio y el norte de África en el siglo XV, comenzaron a bloquear las rutas comerciales establecidas entre Europa y Asia. Esta interrupción del comercio provocó una grave escasez de productos asiáticos muy deseables, como especias, sedas y porcelanas, en Europa, lo que provocó un aumento significativo de su coste. Como resultado, los comerciantes y monarcas europeos buscaron formas alternativas de acceder a estos valiosos productos, lo que condujo al inicio de la Era de la Exploración.