- Los crecientes sentimientos nacionalistas y ambiciones imperiales entre las naciones europeas crearon tensiones y rivalidades. Cada país buscó expandir su influencia, lo que llevó a conflictos por territorios, recursos y poder.
2. Militarismo:
- Las naciones europeas participaron en una carrera armamentista, fortaleciendo su fuerza militar y preparándose para posibles conflictos. La glorificación del poder militar y la acumulación de armas crearon un clima de miedo y desconfianza.
3. Alianzas y Enredos:
- Una compleja red de alianzas formada entre países europeos. Cuando una nación iba a la guerra, sus aliados a menudo se veían involucrados, lo que intensificaba los conflictos y ampliaba su escala.
4. Disputas territoriales no resueltas:
- Las disputas territoriales de larga data, como la de Alsacia-Lorena entre Francia y Alemania, siguieron sin resolverse y contribuyeron a las tensiones.
5. Asesinato del archiduque Francisco Fernando:
- El asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del trono austrohúngaro, el 28 de junio de 1914, en Sarajevo, Bosnia, fue la chispa que encendió el conflicto.
6. Fracaso de la diplomacia:
- A pesar de los intentos de negociaciones diplomáticas, las tensiones entre las principales potencias europeas llegaron a un punto de ruptura y la diplomacia no logró resolver los problemas subyacentes.
7. Percepciones erróneas y desconfianza mutuas:
- La desconfianza y los errores de cálculo de los líderes europeos provocaron malentendidos y escaladas. Cada país creía que tenía la ventaja, subestimando la fuerza y determinación de sus oponentes.
Es importante señalar que, si bien estos factores contribuyeron al estallido de la guerra, la situación era compleja y muchos otros factores y acontecimientos influyeron.