1. Viruela:
La viruela fue una de las enfermedades más devastadoras introducidas por los colonizadores europeos. Es causada por el virus variola y es altamente contagiosa. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y una erupción que se convierte en pequeñas ampollas llenas de pus que cubren el cuerpo. La viruela a menudo resultaba fatal, especialmente entre aquellos que carecían de inmunidad. Las poblaciones nativas americanas eran particularmente vulnerables debido a su falta de exposición a la enfermedad.
2. Sarampión:
El sarampión es una enfermedad viral altamente infecciosa caracterizada por fiebre, sarpullido, tos y secreción nasal. Si bien en los tiempos modernos suele ser una enfermedad infantil, tuvo efectos devastadores en las comunidades nativas americanas. El sarampión se propaga rápidamente a través del contacto cercano y podría provocar complicaciones como neumonía, encefalitis e incluso la muerte.
3. Fiebre Amarilla:
La fiebre amarilla es una infección viral transmitida por mosquitos que causa fiebre, ictericia, vómitos y dolor muscular. Puede provocar insuficiencia hepática y daño renal y, en casos graves, puede ser mortal. La fiebre amarilla se introdujo en América a través del comercio de esclavos y se propagó rápidamente, diezmando las poblaciones de nativos americanos.
4. Gripe:
La influenza, comúnmente conocida como gripe, es una infección respiratoria causada por los virus de la influenza. Si bien la gripe puede ser leve en muchos casos, podría ser particularmente grave para los nativos americanos que no tenían inmunidad. Los brotes de influenza provocaron altas tasas de mortalidad entre las comunidades indígenas.
5. Tuberculosis:
La tuberculosis (TB) es una infección bacteriana que afecta principalmente a los pulmones. Se transmite por contacto cercano con una persona infectada. La tuberculosis puede causar tos, fiebre, pérdida de peso y fatiga. Fue otra enfermedad que se propagó entre los nativos americanos y contribuyó a la disminución de su población.
6. Malaria:
La malaria es una infección parasitaria transmitida por mosquitos que causa fiebre, escalofríos y sudoración. Puede provocar anemia, insuficiencia orgánica y, en casos graves, la muerte. La malaria prevalecía en las regiones tropicales y subtropicales de América y contribuyó a la disminución de las poblaciones de nativos americanos en estas áreas.
La introducción de estas enfermedades, junto con otros factores como el desplazamiento, la guerra y la alteración cultural, tuvo un profundo impacto en las poblaciones nativas americanas. La rápida propagación de enfermedades contra las cuales no tenían inmunidad resultó en epidemias devastadoras que diezmaron comunidades, alteraron las estructuras sociales y contribuyeron al declive general de las poblaciones nativas americanas.