2. Organización económica: Las civilizaciones también pudieron desarrollar economías más diversificadas que las ciudades-estado. Esto se debía a que tenían una base de población más grande y un gobierno más centralizado que podía invertir en infraestructura y promover el crecimiento económico. Las civilizaciones también tuvieron una mayor capacidad de comercio, lo que les permitió acceder a recursos y bienes de otras regiones.
3. Organización social: Las civilizaciones tenían una estructura social más compleja que las ciudades-estado. Esto se debía a que tenían una mayor población y una mayor diversidad de actividades económicas. Las civilizaciones también tenían una estructura de clases más desarrollada, con una pequeña élite de terratenientes y comerciantes ricos en la cima y una gran población de campesinos en la base.
4. Organización cultural: Las civilizaciones pudieron desarrollar tradiciones culturales más sofisticadas que las ciudades-estado. Esto se debía a que tenían una mayor población y una mayor diversidad de actividades económicas. Las civilizaciones también tuvieron una mayor capacidad de ocio, lo que permitió el desarrollo del arte, la literatura y la música.