El tratado tenía tres disposiciones principales:
1. Ambos países acordaron ayudarse mutuamente en caso de ataque de un tercero.
2. También acordaron consultarse entre sí sobre cualquier cuestión internacional que pudiera afectar sus intereses conjuntos.
3. El tratado debía permanecer en vigor durante 10 años.
El tratado fue controvertido desde el principio. Al gobierno polaco le preocupaba que limitara la independencia de Polonia, mientras que al gobierno soviético le preocupaba que el tratado no fuera lo suficientemente eficaz para disuadir la agresión alemana. A pesar de estas preocupaciones, el tratado fue firmado y ratificado por ambos países.
El tratado se puso a prueba menos de dos meses después, cuando la Alemania nazi invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939. La Unión Soviética no acudió inmediatamente en ayuda de Polonia y el 17 de septiembre, la propia Unión Soviética invadió Polonia desde el este. Esta acción puso fin efectivamente a la Segunda República de Polonia y condujo al estallido de la Segunda Guerra Mundial.