1. Guetoización: Los nazis establecieron guetos judíos en muchas ciudades de Europa, donde los judíos se vieron obligados a vivir en condiciones de confinamiento y hacinamiento. Estos guetos a menudo estaban rodeados de muros o alambre de púas, con acceso limitado y controles estrictos de movimiento.
2. Identificación y Etiquetado: Los judíos debían llevar símbolos de identificación, como la estrella de David amarilla, que los hacía fácilmente reconocibles y los aislaba aún más de la población no judía.
3. Arianización: Los nazis implementaron políticas destinadas a transferir empresas, propiedades y activos de propiedad judía a manos "arias". Se confiscaron los negocios judíos y se obligó a los judíos a vender sus posesiones a precios infravalorados.
4. Restricciones en educación y empleo: Los judíos enfrentaron importantes restricciones en educación y oportunidades de empleo. Se les prohibió asistir a muchas universidades y escuelas y, a menudo, se les despidió de sus trabajos o se les obligó a realizar trabajos manuales mal remunerados.
5. Aislamiento Social: Los nazis promovieron la segregación social al desalentar cualquier forma de interacción entre judíos y no judíos. Los eventos sociales, los matrimonios y las oportunidades laborales se restringieron para evitar el contacto entre los dos grupos.
6. Campos de concentración: A medida que se intensificó la persecución de los judíos, muchos fueron deportados a campos de concentración, donde fueron sometidos a duras condiciones, trabajos forzados y, finalmente, exterminio.
7. Deportación y Reasentamiento: En ciertos casos, los judíos fueron reubicados por la fuerza desde sus hogares a otros lugares dentro de Europa, a menudo bajo el pretexto de "reasentamiento" o "reubicación laboral". Estas medidas tenían como objetivo segregar aún más a los judíos y aislarlos de sus comunidades.
A través de estos métodos de segregación, los nazis pretendían deshumanizar, controlar y, en última instancia, eliminar a la población judía de la sociedad europea.