Los reyes franceses gobernaban desde el Louvre en París. El palacio fue originalmente una fortaleza, pero poco a poco se fue transformando en una lujosa residencia. Los aposentos del rey estaban ubicados en el ala oeste, mientras que los de la reina estaban en el ala este. El palacio también albergaba otras salas, incluida la Gran Galería, el Salón de los Espejos y el Salón del Trono.
La corte del rey francés fue una de las más magníficas de Europa. Estaba formado por cientos de nobles, damas de honor, sirvientes y otros parásitos. La corte era un centro de moda, arte y cultura. También era un lugar de intrigas y chismes.
Vida diaria
El día del rey normalmente comenzaba con una oración de la mañana. Luego desayunaría en su habitación privada. Después del desayuno, celebraría una reunión de consejo con sus ministros. También se reuniría con embajadores extranjeros y otros visitantes importantes.
Por la tarde, el rey solía salir a caminar por los jardines o ir a cazar al bosque cercano. También pasaría tiempo con su familia y amigos. Por la noche cenaría en el Gran Salón y luego se retiraría a su habitación privada.
Comidas
El rey comía varias veces al día. Su desayuno normalmente consistía en pan, mantequilla y fruta. Su cena solía consistir en una comida de varios platos que incluía sopa, pescado, carne y postre. Las comidas del rey eran preparadas por un equipo de chefs y servidas en elaborados platos de plata y oro.
Ropa
El rey vestía ropa variada, según la ocasión. Para ocasiones formales, vestía una túnica larga de seda o terciopelo. También usaría una corona y otras joyas. Para ocasiones más informales, vestía una túnica sencilla y medias.
Entretenimiento
El rey disfrutó de una variedad de entretenimientos, incluyendo música, baile y teatro. También le gustaba jugar juegos como el ajedrez y el tenis. Los entretenimientos del rey solían celebrarse en el Gran Salón o en el Salón de los Espejos.
Religión
Todos los reyes franceses eran católicos romanos. Asistían a misa con regularidad y hacían frecuentes peregrinaciones a lugares sagrados. El rey era también el protector de la Iglesia católica en Francia.
Salud
Los reyes franceses a menudo tenían mala salud. Padecían diversas enfermedades, entre ellas tuberculosis, gota y viruela. La salud del rey era a menudo un motivo de preocupación pública.
Muerte
Los reyes franceses solían morir por causas naturales, como enfermedad o vejez. Sin embargo, algunos reyes también fueron asesinados o muertos en batalla. La muerte del rey fue siempre un acontecimiento importante en Francia. A menudo le seguía un período de luto y un cambio de gobierno.