Esto marcó el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Antes de declarar la guerra, ambos países habían emitido varias advertencias a Alemania para que se retirara de Polonia, pero fueron ignoradas. Las declaraciones de guerra se produjeron después de años de crecientes tensiones entre Alemania y las potencias occidentales tras la remilitarización de Renania por parte de Alemania, el Anschluss con Austria y el Acuerdo de Munich que cedió los Sudetes a Alemania. Gran Bretaña y Francia sintieron que ya no podían apaciguar las ambiciones territoriales de Alemania y decidieron adoptar una postura contra nuevas agresiones.