En noviembre de 1939, la Unión Soviética atacó Finlandia, lo que provocó la Guerra de Invierno. Aunque Finlandia logró resistir los avances soviéticos durante varios meses, finalmente tuvo que ceder partes de Karelia y el istmo de Carelia a la Unión Soviética en marzo de 1940.
Además, Besarabia, que entonces formaba parte de Rumania, fue ocupada por la Unión Soviética en junio de 1940 después de que el país emitiera un ultimátum exigiendo su cesión. La Unión Soviética incorporó Besarabia y la fusionó con partes de Ucrania y Moldavia para formar la República Socialista Soviética de Moldavia.