- Centralización del Estado inglés: Enrique II jugó un papel crucial en la centralización del Estado inglés y el establecimiento de una monarquía fuerte y eficaz. Implementó reformas como la Asamblea de Clarendon y las Constituciones de Clarendon, que fortalecieron la autoridad real y frenaron el poder de los nobles locales.
- Reformas legales y judiciales: Enrique II introdujo importantes reformas legales que influyeron significativamente en el sistema legal inglés. Estableció un sistema de justicia real, con jueces itinerantes que viajaban para conocer casos y hacer cumplir la ley del rey. También estandarizó los procedimientos legales e introdujo el concepto de juicio por jurado, que se convirtió en una piedra angular del sistema de justicia inglés.
- Conflicto con la Iglesia: El reinado de Enrique II vio un conflicto significativo con la Iglesia, particularmente sobre la cuestión de la inmunidad clerical y los derechos de la Iglesia. El episodio más famoso fue la famosa disputa con Thomas Becket, el arzobispo de Canterbury, quien se opuso a los intentos de Enrique de limitar la jurisdicción de los tribunales eclesiásticos. El conflicto finalmente condujo al martirio de Becket en 1170.
- Reformas administrativas: Introdujo sistemas administrativos eficientes, como el Tesoro, para gestionar las finanzas reales y mantener un sistema coherente de impuestos y recaudación de ingresos.
- Patrono de la literatura: Enrique II tenía un gran interés por la literatura y el saber, y reunió a eruditos y escritores en su corte. Durante su reinado se produjeron una serie de importantes obras culturales y literarias, incluidas las crónicas de Geoffrey de Monmouth y las obras de la poeta María de Francia.
En general, el reinado de Enrique II marcó un período de transformación en la historia inglesa, donde sentó las bases para una monarquía centralizada y eficaz, implementó importantes reformas legales y administrativas y ejerció influencia sobre diversos aspectos de la sociedad.