No se sabe que el propio Rómulo Augusto haya desempeñado ningún papel significativo en la política o los asuntos militares. Probablemente era una figura decorativa, y Odoacro ostentaba el poder real. Después de su deposición, fue enviado a vivir a Campania, Italia, y finalmente se desconoce su destino.
La caída del Imperio Romano Occidental fue un proceso complejo que tuvo lugar durante varias décadas e involucró muchos factores, incluida la inestabilidad política, las derrotas militares, el declive económico y las invasiones bárbaras. La destitución de Rómulo Augusto fue uno de los pasos finales de este proceso, pero no provocó directamente el colapso del imperio.