Historia antigua

El proceso de momificación en el antiguo Egipto

Los egipcios, que eran politeístas y creían en la otra vida, inventaron la momificación para preservar el cuerpo hasta que regresara el espíritu. El proceso de momificación en el antiguo Egipto

Por Demercino Junior

Se entiende por politeísmo la creencia en múltiples dioses. Los egipcios, pueblos politeístas, creían en la vida eterna después de la muerte, en la que el espíritu del difunto volvía para apoderarse de su cuerpo. Para albergar el cadáver, construyeron las pirámides. Y para preservar el cuerpo (mientras el espíritu no regresaba) inventaron la momificación. Como resultado de este proceso, los egipcios comenzaron a estudiar anatomía y descubrieron diversas sustancias químicas, en la búsqueda de sustancias para la conservación del cuerpo.

Primero se extirparon todas las vísceras del cadáver. Se hacía un corte a la altura del abdomen, del que se extirpaban el corazón, el hígado, los intestinos, los riñones, el estómago, la vejiga, el bazo, etc. El corazón se colocó en un recipiente aparte. También le extirparon el cerebro. Le aplicaron una especie de ácido (vía nasal) que lo fundía, facilitando su extracción.

Luego dejaban el cuerpo reposar en un recipiente con agua y sal (para deshidratar y matar bacterias) durante setenta días. Deshidratado, el cuerpo fue llenado de aserrín, hierbas aromáticas (para evitar la descomposición) y algunos textos sagrados.

Después de todos estos pasos, el cuerpo estaba listo para ser vendado. Se envolvían el cuerpo con vendas de lino blanco, seguidas de un pegamento especial. Después de este proceso, el cuerpo era colocado en un sarcófago (una especie de ataúd) y alojado dentro de pirámides (faraón) o enterrado en mastabas, una especie de tumba (nobles y sacerdotes).

Según la religión egipcia, después de la muerte, el espíritu era guiado por el dios Anubis hasta la corte de Osiris, quien lo juzgaría en presencia de otros 42 dioses. Su corazón era pesado en una balanza, que estaba contrapesada por una pluma. Si el corazón fuera más ligero que la pluma, al espíritu se le permitiría regresar y retomar su cuerpo. De lo contrario, sería devorado por una diosa con cabeza de caimán. Los egipcios creían en dioses híbridos:mitad hombre, mitad animal (antropozoomorfia).

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