Por mí. Cláudio Fernandes
La verdura conocida como palo de Brasil También se le ha llamado pau-de-Pernambuco, sin embargo, su nombre científico es Caesalpinia equinata. A menudo se encontraba en la región del Bosque Atlántico brasileño, que se extendía a lo largo de franjas de tierra que se extendían desde estados como Rio Grande do Norte hasta Río de Janeiro. Este árbol tiene propiedades que lo convirtieron en el primer producto realmente valioso en la época en que se estableció el sistema colonial portugués.
Como señalan los investigadores Francismar Aguiar y Reinaldo Pinho, con motivo del descubrimiento, llamó la atención un árbol a partir de cuya madera se preparaba un tinte rojo utilizado en teñidos. de los navegantes portugueses. de plumas. “Ibirapitanga ”era el nombre que usaban los indígenas, que significa, en tupí, madera roja. Este tinte fue inmediatamente utilizado por los europeos, reemplazando a uno similar producido con “sappan” para teñir telas”. (Aguiar, Fracismar F.; Pinho, Reinaldo. Pau-Brasil. Cesalpinia equinata. Árbol nacional. São Paulo, 2007. p. 16).
Esta propiedad del teñido rojizo, asociada a la utilidad que ofrecía la madera de pau-brasil en la fabricación de instrumentos musicales, muebles y otros artículos domésticos de madera, dio lugar a la explotación de esta materia prima en los primeros años de la colonización. En 1503 ya existía un complejo sistema en torno a la extracción de pau-brasil. La metrópoli portuguesa concedió el monopolio de la extracción de madera a empresarios privados, quienes se encargaban de organizarse en puestos comerciales, es decir, una especie de almacenes fortificados donde se almacenaba el producto y desde donde salía para abastecer a los barcos que le destinaban. la corona portuguesa.
El trabajo de extracción de palo de Brasil se realizaba con mano de obra indígena, obtenida de la práctica del trueque, es decir, el intercambio de bienes y baratijas europeas por mano de obra pesada. Los indios se encargaban de talar la madera, cortarla en troncos, transportarla a las fábricas y alojarlos; a cambio recibían objetos como abalorios, telas, prendas de vestir diversas, navajas, cuchillos y otros utensilios similares. Entre los años 1503 y 1505, el monopolio de pau-brasil estuvo bajo el dominio de Fernando de Noronha (el descubridor del archipiélago que lleva su nombre) y sus socios.
Los investigadores Francismar Aguiar y Reinaldo Pinho todavía recuerdan que la nau (embarcación) portuguesa que salió de Brasil en 1500 para dar al rey de Portugal, D. Manuel, la noticia del descubrimiento de la “isla de Vera Cruz” “[…] transportaba troncos de pau-brasil. En 1501, D. Manoel envió al capitán André Gonçalves a estudiar la utilidad de la nueva colonia, pero le informaron que no había nada útil excepto una gran cantidad de pau-brasil [...]”. Sin embargo, en la carta de Pero Vaz de Caminha, dirigida al rey, no hay ninguna referencia a la madera.