Historia antigua

Historia de las elecciones

Historia de las elecciones

Por Rainer Sousa

Reconocidas popularmente como el punto más alto en el ejercicio de la democracia, las elecciones tienen una trayectoria mucho más compleja de lo que podríamos pensar. Actualmente, la elección de los representantes políticos mediante el voto llega sólo a la mitad de la población en todo el mundo. De esta manera, podemos entender que este tipo de organización política no es común al estado de organización política de todos los países y culturas.

Si crees o has aprendido que las civilizaciones grecorromanas fueron la cuna de este sistema representativo, debes saber que algunos historiadores creen que el momento y el lugar de la votación fueron diferentes. Algunas narrativas míticas celtas e hindúes hablan de la participación de druidas y sacerdotes en la elección de sus líderes políticos. Cuando esta práctica surgió por primera vez en la ciudad-estado de Atenas en el siglo V a. C., sólo alrededor de una quinta parte de la población podía participar en las elecciones.

No sólo las elecciones, sino también la entrega del voto, sufrieron algunas transformaciones. Hacia el siglo II a.C., los romanos tuvieron la idea de crear una urna donde se pudieran emitir los votos. Antes de ello, el voto se realizaba públicamente, lo que podía provocar diversos contratiempos en el desarrollo de un proceso electoral libre de toda colusión preexistente. Sin embargo, esta práctica era recurrente entre los príncipes del Sacro Imperio Germánico, quienes decidían colectivamente quién sería el rey.

Hasta el siglo XIX, la comprensión del voto como un derecho extendido a la mayoría de los ciudadanos no estaba muy extendida. Incluso en los Estados Unidos de América, uno de los focos más importantes de los ideales de libertad y autonomía, sus participantes creían que la ampliación del voto era una medida que podía perjudicar la gestión de importantes cuestiones nacionales. A estas alturas aún podemos destacar la lucha de mujeres y analfabetos por el derecho al voto.

Incluso en medio de los diversos problemas culturales, económicos y políticos que impidieron la modernización del país, Brasil jugó un papel pionero en el reconocimiento del sufragio femenino. Durante el gobierno de Getúlio Vargas, el nuevo Código Electoral de 1932 permitió que las mujeres acudieran a las urnas. El papel vanguardista del Estado brasileño puede comprobarse cuando se lo compara con las leyes de otras naciones europeas que sólo en la década de 1970 permitieron este mismo beneficio.

La controversia sobre el voto de los analfabetos ha tenido un significado importante para la cultura política contemporánea. Hasta hace unas décadas, el desconocimiento del mundo alfabetizado se utilizaba como premisa para dar fe de la mínima incapacidad intelectual de un posible votante. Sin embargo, esta visión sectaria fue perdiendo terreno gradualmente. En Brasil, la constitución de 1985 permitía el ejercicio democrático de los analfabetos, lo que había sido prohibido por la antigua carta de 1889