Aurelia Cotta, (120 a. C. - 54 a. C. o 53 a. C.) dama romana de la ilustre familia Aurelii (sus tres hermanos fueron cónsules), fue esposa de Cayo Julio César III y madre de Julio César.
A pesar de lo que informa Plinio el Viejo, es poco probable que ella haya dado a luz a Julio César por cesárea[1], ya que vivió muchos años después de este nacimiento. También tuvo dos hijas que vivieron hasta la edad adulta y se casaron.
Tácito la sitúa entre las madres romanas ejemplares por la educación que daban a sus hijos, y Plutarco la describe como una mujer de gran virtud.
Su marido Cayo murió en su casa alrededor del 85 a.C. J.C., queda viuda, no se vuelve a casar y sigue viviendo con su hijo. Plutarco la muestra llorando, acompañando hasta la puerta de su casa a su hijo, que parte para presentarse a la difícil elección de pontifex maximus en el 63 a.C. J.C.. Siempre según Plutarco, vigila de cerca la datación de su nuera Pompeia Sila, y descubre a Clodio que ha entrado en su casa para encontrar a Pompeya durante una celebración de los misterios de la Buena Diosa[.
Murió poco antes del asesinato de Clodio Pulcro, alrededor del año 53 a.C. J.C.