Historia antigua

Adriano

Adriano o Adrián (latín:IMPERATOR•CÉSAR•TRAIANVS•HADRIANVS•AVGVSTVS) fue un emperador romano, nacido el 24 de enero de 76 en Itálica, en la Bética (España), y fallecido el 10 de julio de 138 en su residencia. Sucedió a su padre adoptivo Trajano en el año 117, habiendo fortalecido su vínculo con la familia imperial a través del matrimonio con Vibia Sabina, una sobrina de Trajano.

Emperador humanista, erudito, poeta y de fama pacífica, no concedió gran importancia a las conquistas de Trajano en el Éufrates y rompió con la política expansionista de su predecesor, esforzándose por pacificar y organizar el Imperio al tiempo que consolidaba las fronteras -él Fue el primer emperador que organizó firmemente el limes y que aplicó una política estrictamente defensiva. Le debemos, entre otras cosas, las continuas fortificaciones llamadas limes, destinadas a proteger el imperio contra las invasiones bárbaras (el Muro de Adriano en el norte de Bretaña -actual Gran Bretaña- por ejemplo).

Enamorado del mundo helénico, intentó restaurar la religión griega restringiendo los cultos orientales aunque dedicó un culto particular a los dioses egipcios tras su viaje a esta provincia del Imperio hacia el año 130; De hecho, durante su visita a Alejandría, ordenó la restauración o incluso la reconstrucción del templo de Serapis e hizo construir un santuario para los dioses egipcios llamado Canopus en su villa imperial de Tívoli. También en 127, en un rescripto al procónsul de Asia, Minicio Fundano, afirma que los cristianos no pueden ser condenados a muerte sin juicio. Pero reprimió severamente los levantamientos de Judea, en particular en 132/135 la revuelta de Bar-Kokheba que le dio una independencia efímera. Jerusalén, tomada en 134, está prohibida para los judíos y se convierte en la colonia Ælia Capitolina (a menudo escrita así Aelia Capitolina); la provincia romana ahora se llama Palestina.

Sus viajes le permiten observar una amplia variedad de formas arquitectónicas, especialmente en Oriente, de las que se inspira para sus proyectos. Inició obras importantes, primero en colaboración con el gran arquitecto Apolodoro de Damasco, antes de pelearse con él y exiliarlo (y ejecutarlo, según Dion Casio). Algunos de sus logros incluyen:

* En la propia Roma, el templo de Venus y Roma, iniciado en el año 121, según un modelo helenístico

* el Panteón en 125, gran innovación arquitectónica

* su mausoleo, inspirado en el de Augusto

*en Tibur, la villa que lleva su nombre

y en provincias:

* los grandes baños de Leptis Magna

* Muro de Adriano

*etc.

Para su relajación, Adriano hizo construir una suntuosa villa cerca de Tibur, llamada Villa Adriana, arreglada y decorada como recuerdo de sus viajes por el Imperio Romano.

Su amor por el joven Antinoüs (o Antinoos), fallecido en el año 130, le llevó a hacerle representar muchas veces en estatuas, que en ocasiones han llegado hasta nosotros y nos permiten dar un rostro al famoso bitinio, así como a fundó la ciudad de Antinoe en Egipto. Esta relación sirvió de argumento a sus enemigos

El historiador Sexto Aurelio Víctor (fallecido después de 390) escribe en su Libro de los Césares, capítulo XIV:“Finalmente se vio que él (Adriano) buscaba, con escrupulosa solicitud, todos los refinamientos del lujo y la voluptuosidad. A partir de entonces, corrieron mil rumores sobre su vergüenza:se le acusó de haber estigmatizado el honor de los jóvenes, de haber ardido por Antínoo con una pasión antinatural:ésta era, se decía, la única razón por la que había dado el nombre de este adolescente a un pueblo que había fundado; por esta razón había erigido estatuas a este favorito. »

Casado con Sabine, no tiene hijos con ella. Por tanto, Adriano adopta a Lucio Elio Vero. Este último recibe el sobrenombre de César. Es una elección curiosa. Tiene 35 años y no parece el más capaz. De hecho, su carrera es puramente civil y su salud es delicada. Es posible que Adriano quisiera elegir un sucesor que calmara al Senado. Los senadores no aprecian el enojo del emperador al final de su reinado. En 136, Adriano hizo asesinar a Lucius Iulius Ursus Servianus, de quien sospechaba que quería reemplazar a Lucius con su nieto Cneo Pedanius Fuscus. Pero Lucio murió el 1 de enero de 138.

Por tanto, el último adoptado es Aurelius Antoninus (más conocido como Antoninus Pius), quien lo sucedió como jefe del Imperio Romano. Este último se ve obligado a adoptar al futuro Marco Aurelio y al hijo del difunto Lucius Aelius Verus:Lucius Verus Commodus. Adriano prepara, por tanto, dos generaciones de emperadores.

Adriano murió en el año 138, tras varios años de sufrimiento provocado por la osteoartritis. Sus cenizas fueron depositadas en el mausoleo de Adriano. Su sucesor Antonino el Piadoso tuvo que negociar durante seis meses con el Senado para lograr que Adriano recibiera la apoteosis, ya que las relaciones entre Adriano y el Senado se habían vuelto execrables.


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