Esta técnica es específica para cualquier material que contenga diversos minerales, principalmente cuarzo o feldespato, que haya sufrido un calentamiento prolongado a temperaturas del orden de unos pocos cientos de grados.
Se pueden fechar:cerámica, terracota y ladrillos, porcelana, hornos, hogares, tierras de fusión. Para ellos puedes conseguir de datación estándar (y en correctas condiciones de muestreo) en el rango de edad indicativo entre 50 y 600.000 años.
Una fracción no despreciable de los componentes habituales de la cerámica (cuarzo y feldespato, por ejemplo) son termoluminiscentes:es decir, estos materiales almacenan en trampas estables los electrones que han sufrido una interacción con las radiaciones alfa, beta y gamma debido a a la radiación natural.
La liberación de electrones de las trampas se produce como resultado de la transferencia de energía térmica mediante calentamiento a temperaturas del orden de varios cientos de grados centígrados, y se caracteriza por una emisión de luz:la termoluminiscencia.
La cocción de la cerámica en el horno elimina cualquier TL acumulado durante la existencia geológica de la arcilla y de los eventuales constituyentes añadidos a la mezcla:a partir de este momento, el TL comienza a aumentar nuevamente con el tiempo, cuanto más rápidamente mayor las concentraciones de radiactividad en la cerámica y en el medio ambiente.
La cantidad de TL observada es, por tanto, un indicador tanto de la edad del objeto como de la irradiación a la que fue sometido.
Medido el TL de una muestra, y por tanto, indirectamente, la cantidad de radiación que pasó a través de ella, y medido su radiactividad y la del medio ambiente, llegamos a la ecuación fundamental de la edad, que en su forma simplificada es dado:
ETA '(años) =Radiación total absorbida / Radiación absorbida anualmente
Las dataciones con TL se refieren, por tanto, a la última cocción sufrida por el objeto;
En la interpretación y evaluación de los resultados, esto siempre debe tenerse en cuenta porque podría conducir a evaluaciones incorrectas de materiales que, por ejemplo, pueden haber sido sometidos al fuego, o calentados o restaurados accidentalmente, o sujetos a la práctica. de reutilización.
Como todas las mediciones físicas, las edades obtenidas con estas técnicas siempre van acompañadas de inexactitud, lo que significa que el intervalo de tiempo dentro del cual se realizó la cocción, se centró en la edad de máxima probabilidad. Teniendo en cuenta todos los factores implicados y la complejidad de las evaluaciones experimentales necesarias, se estima un error global medio del 7-10%, que sólo puede reducirse al 5-6% en casos particulares.