Historia antigua

¿Cómo se hacían pruebas de detección de brujas en el siglo XVII?

Pruebas del agua:

Las brujas supuestamente eran más pesadas que la gente común debido a la presencia del mal en su interior, por lo que fueron sometidas a pruebas de agua. Si se hundían, se los consideraba inocentes ya que el agua los aceptaba y eran sacados ilesos. Si flotaban, se las consideraba brujas, ya que eran rechazadas por el agua bendita y se consideraba que estaban en connivencia con el diablo.

Marcas de pinchazos y brujas:

Supuestamente, el diablo dejaba una 'Marca del Diablo' en las brujas a través de la cual chupaba su sangre por la noche. Durante los juicios por brujería, los acusados ​​eran pinchados con un objeto punzante para encontrar esas marcas en sus cuerpos. Si una persona no mostraba signos de dolor o sangre en el lugar donde se insertaba la aguja, a menudo se consideraba evidencia de brujería, ya que se creía que la marca era una fuente del poder de la bruja y la hacía insensible al dolor.

Pruebas de Apariencia Física:

Ciertos atributos visuales, como tener los ojos entrecerrados, el pelo rojo o una marca de nacimiento, a veces se interpretaban como signos de ser una bruja. Estas características se consideraban inusuales y asociadas con las fuerzas del mal, lo que dio lugar a acusaciones y escrutinio.

Ensayos con animales:

Involucrar animales, especialmente perros, para descubrir brujas. Durante los juicios, se podía llevar al acusado un animal como un perro. Si mostraba signos de agresión, miedo o proximidad evitada, esto podría verse como un signo de que la persona es una bruja. Esta idea se basó en la creencia de que los animales tenían una capacidad intrínseca para sentir la presencia del mal en las brujas.

Es importante señalar que estas pruebas a menudo eran defectuosas, sesgadas y carecían de base científica, y muchas personas inocentes fueron condenadas injustamente y a menudo enfrentaron castigos brutales durante los juicios por brujería del siglo XVII.