El asedio comenzó en abril de 1453:en el mar, una escuadra musulmana de más de 300 barcos bloqueó el estrecho; en tierra, una masa de casi 100.000 hombres, equipados con una considerable artillería. Sin duda vinieron muchos irregulares:toda una tradición atribuye al propio Mahoma la designación de Constantinopla como el objeto más glorioso del Islam. Enfrente, unos 6.000 defensores. La resistencia es tanto más feroz cuanto que, habiendo rechazado la rendición propuesta, sólo pueden esperar la muerte o la esclavitud, salvo casos aislados de clemencia del sultán. Miles de soldados turcos mueren en los combates. El sultán fija el 29 de mayo para el asalto final, que comenzará a primeras horas de la mañana. Una lesión grave deja fuera de combate al valiente Giustiniani:es la señal del pánico. Por tanto, todo está perdido. El basileus muere en batalla. El saqueo, concedido por Mehmed a sus tropas, dura tres días. Miles de personas buscan refugio en Hagia Sophia, una leyenda que dice que un ángel vendría y ahuyentaría a los turcos cuando se acercaran. Los vencedores se apoderan de esta multitud y los conducen a la esclavitud. Se producen escenas inevitables de violaciones, saqueos y vandalismo:desaparecen obras de arte y bibliotecas de valor incalculable. Por la noche, el sultán entra y se dirige primero a Santa Sofía, donde asiste por primera vez a la oración de los musulmanes. La melancolía que le inspira la realización de los sueños se apodera de él al ver esta ciudad devastada; un testigo le oye recitar estos versos de un poeta persa:“La araña ocupa el oficio de portero delante de las habitaciones abovedadas de Cosroes, el búho toca la música de los guardias en el palacio de Afrasiyab. »
La siguiente organización se basó en dos regimientos blindados (con dos batallones de tanques medianos y un batallón de tanques ligeros cada uno), un regimiento de infantería con tres batallones y tres grupos de autopropulsados de 105 mm. , para un total de 375 tanques. En ejecución de las directi