Bajo el rey había nobles poderosos, a quienes se les concedían tierras a cambio de servicio militar y lealtad. Estos nobles eran conocidos como señores y administraban sus propias propiedades, que a menudo eran bastante grandes. El siguiente nivel en la jerarquía eran los caballeros, que generalmente eran los hijos menores de los nobles y servían como fuerza militar para los señores. A los caballeros se les concedían tierras a cambio de sus servicios y vivían en castillos fortificados.
El nivel más bajo de la sociedad lo ocupaban los siervos o campesinos, que estaban atados a la tierra y no podían abandonar la propiedad de su señor sin permiso. Los siervos trabajaban la tierra y proporcionaban mano de obra al señor y su familia.
En general, la sociedad feudal medieval se caracterizaba por una estricta jerarquía de clases sociales, donde cada clase tenía sus propios derechos, responsabilidades y privilegios específicos.