- Reformas religiosas y sociales: Los británicos introdujeron una serie de reformas religiosas y sociales en la India, como la abolición de la sati (la práctica de quemar vivas a las viudas en las piras funerarias de sus maridos), la prohibición del matrimonio infantil y la promoción de la educación femenina. Estas reformas a menudo encontraron resistencia por parte de los hindúes ortodoxos, que las veían como un ataque a su forma de vida tradicional.
- Explotación económica: Los británicos explotaron la economía de la India para su propio beneficio, drenando al país de su riqueza y recursos. Impusieron fuertes impuestos a los agricultores y artesanos indios y los obligaron a producir cultivos comerciales para exportar a Gran Bretaña. Esto provocó una pobreza y una hambruna generalizadas en la India.
- Opresión política: Los británicos gobernaron la India con mano de hierro, reprimiendo cualquier disidencia u oposición. Arrestaron y encarcelaron a líderes indios y prohibieron las organizaciones nacionalistas. Esto provocó un creciente resentimiento e ira entre los indios.
- Imperialismo cultural: Los británicos introdujeron su propia cultura y valores en la India y trataron de suprimir la cultura india. Denigraron las costumbres y tradiciones indias y promovieron las suyas como superiores. Esto provocó una pérdida de confianza en sí mismos y de identidad cultural entre muchos indios.
La interferencia británica en el modo de vida indio tuvo un profundo impacto en el país. Condujo a una pobreza generalizada, malestar social y descontento político. También contribuyó al surgimiento del movimiento independentista indio, que finalmente condujo a la independencia de la India del dominio británico en 1947.