La imprenta fue inventada por Johannes Gutenberg en Alemania en el siglo XV. Este invento revolucionó la forma en que se podía difundir la información, haciendo posible producir grandes cantidades de libros y otros materiales impresos de forma rápida y económica. Como resultado, las ideas del Renacimiento y la Reforma pudieron extenderse rápidamente por toda Europa, llegando a un público mucho más amplio del que habrían tenido de otra manera.
La imprenta también hizo posible que las personas tuvieran sus propios libros, lo que aumentó aún más la difusión del conocimiento y las ideas. Antes de la imprenta, los libros eran muy caros y sólo pertenecían a los ricos o a instituciones como las bibliotecas. Con la imprenta, los libros se volvieron mucho más asequibles, lo que hizo posible que personas de todas las clases sociales leyeran y conocieran nuevas ideas.
La imprenta tuvo un profundo impacto en el desarrollo de la civilización occidental. Ayudó a difundir las ideas del Renacimiento y la Reforma, lo que condujo a una revolución en el pensamiento y la cultura. La imprenta también hizo posible la difusión del conocimiento científico, lo que condujo a la Revolución Científica.