Obispos Llevaban las vestimentas más elaboradas, que incluían una mitra (un sombrero alto y puntiagudo), una casulla (una capa larga sin mangas) y una dalmática (una túnica larga y holgada). También llevaban un báculo, un bastón con la parte superior curva, que simbolizaba su autoridad.
Sacerdotes Llevaban vestimentas similares a las de los obispos, pero menos elaboradas. También llevaban birreta, un sombrero cuadrado de tres picos, y estola, un pañuelo largo y estrecho que se llevaba alrededor del cuello.
Diáconos vestían dalmática y estola, pero no llevaban mitra ni casulla.
Monjes y monjas Vestía un hábito, que era una prenda sencilla y holgada. Los monjes también llevaban una capucha, una capucha que se adjuntaba a su hábito.
La clase del clero también vestía diferentes colores de ropa, según la ocasión. Por ejemplo, vestían vestimentas blancas para Pascua y Navidad, y vestimentas negras para los funerales.