Historia antigua

¿Cómo sacrificaba el sacerdote azteca a los humanos?

Los sacerdotes aztecas realizaban sacrificios humanos de diversas formas, pero el método más común implicaba el uso de una piedra de sacrificio conocida como cuauhxicalli. El proceso típico era el siguiente:

Preparación: La víctima, típicamente un guerrero, esclavo o criminal capturado, era preparada para el ritual. Estarían adornados con elaborados tocados, joyas y prendas rituales, transformándolos en una ofrenda sagrada a los dioses.

Procesión: La víctima, acompañada por sacerdotes, músicos y una gran procesión, era conducida al lugar designado para el sacrificio, a menudo ubicado en la cima de una pirámide o templo.

Danza Ceremonial: Antes del sacrificio, la víctima y los sacerdotes participaban en una danza ritual, a veces acompañada de música y cánticos. Esta danza simbolizaba el viaje de la víctima al más allá.

Encuadernación y posicionamiento: Luego se aseguraba a la víctima sobre la piedra del sacrificio, a menudo usando cuerdas o bandas para sujetar sus brazos, piernas y cuerpo. La posición de la víctima variaba según la deidad a la que se ofrecía el sacrificio.

Extracción del Corazón: El sumo sacerdote tomaba un cuchillo de obsidiana afilado y hacía una incisión en el pecho de la víctima, usando el cuchillo para cortar las costillas y llegar al corazón. Luego, el sacerdote extraía hábilmente el corazón, aún latiendo, y lo ofrecía a la deidad como símbolo de sustento.

Disposición ritual: Después de la extracción del corazón, el cuerpo de la víctima era arrojado por las escaleras de la pirámide o eliminado de forma ceremonial. La sangre recogida durante el sacrificio se consideraba sagrada y, a menudo, se untaba sobre los ídolos de los dioses.

Vale la pena señalar que no todos los sacrificios humanos se realizaron utilizando este método específico. Había variaciones en los rituales de sacrificio basados ​​en la deidad a la que se honraba, el significado de la ocasión y el contexto social o político específico.