1. Neutralidad religiosa. Los términos BC y AD se derivan de las frases latinas "ante Christum" (antes de Cristo) y "anno Domini" (en el año del Señor), que se refieren al nacimiento de Jesucristo. Para las personas que no siguen el cristianismo, estos términos pueden considerarse ofensivos o excluyentes. BCE y CE son términos más neutrales que no hacen referencia a ninguna religión en particular.
2. Precisión histórica. Tradicionalmente se cree que el año 1 d.C. es el año del nacimiento de Jesús, pero esta fecha en realidad es incierta. Algunos historiadores creen que Jesús nació en realidad unos años antes o después. BCE y CE permiten esta incertidumbre al no especificar un año específico para el inicio de la era común.
3. Estandarización internacional. BCE y CE se utilizan en la mayoría de los países del mundo, excepto en Estados Unidos y algunos otros países. Esto puede resultar confuso para las personas que intentan comunicarse con personas de diferentes países. El uso de BCE y CE ayuda a evitar confusiones y promover la estandarización internacional.
El movimiento para utilizar BCE y CE todavía está en curso y no hay consenso sobre si estos términos deberían reemplazar completamente a BC y AD. Sin embargo, los argumentos a favor del uso de BCE y CE son sólidos y es probable que estos términos se vuelvan más comunes en el futuro.