Contuvo a los tripulantes ebrios :Al descubrir que tres de los miembros de su tripulación habían consumido el loto, Odiseo actuó rápidamente. Agarró a los ebrios y los ató debajo de los bancos de su barco. Fueron asegurados firmemente para evitar cualquier intento de fuga o interrupciones durante su viaje.
Dio discursos conmovedores :Odiseo entendió la importancia de motivar e inspirar a su tripulación. Los reunió y pronunció fervientes discursos recordándoles su propósito, sus familias esperándolos en casa y la gloria que les esperaba a su regreso victorioso.
Les recordó su lealtad y misión :Odiseo apeló al sentido de lealtad y deber de sus hombres. Les recordó que habían zarpado con una misión y un propósito específicos, y que abandonar su viaje por un placer temporal les avergonzaría a ellos mismos y a su patria.
Destacó las consecuencias :Odiseo advirtió a su tripulación sobre las posibles repercusiones de sucumbir al loto. Pintó un cuadro vívido de sus vidas si se quedaran en la isla, viviendo una existencia despreocupada pero sin propósito, que en última instancia los llevaría a la desilusión y el arrepentimiento.
Confió en el amor de su equipo por el hogar :Odiseo apeló a los vínculos afectivos que tenían sus hombres con sus hogares, familias y seres queridos. Evocó la imagen de sus esposas, hijos y padres esperando su regreso sano y salvo, y cómo sus acciones podrían afectar a sus seres queridos.
Mantuvo una estricta disciplina :A lo largo de su liderazgo, Odiseo mantuvo una estricta disciplina entre su tripulación. Dejó en claro que sus órdenes debían seguirse sin cuestionar y que cualquier acto de desobediencia recibiría un castigo rápido y severo.
Aunque los comedores de loto presentaban una tentación tentadora, Odiseo logró resistir sus efectos seductores y asegurarse de que su tripulación permaneciera concentrada en su viaje de regreso a Ítaca.