Tenochtitlán fue una de las ciudades más grandes e importantes de la América precolombina. Fue el centro del Imperio Azteca, que en su apogeo controlaba gran parte de Mesoamérica. La ciudad también era un importante centro religioso y albergaba muchos templos y pirámides.
Tenochtitlán se construyó siguiendo un plano cuadriculado, con amplias calles y canales. La ciudad estaba dividida en cuatro distritos principales, cada uno de los cuales estaba dedicado a un dios diferente. La ciudad también contaba con una gran plaza central, que se utilizaba para ceremonias religiosas y reuniones públicas.
Tenochtitlán era una ciudad de gran riqueza y poder. Los aztecas eran hábiles artesanos y artistas y produjeron muchas obras de arte hermosas. La ciudad también era un importante centro de comercio y albergaba muchos mercados.
Tenochtitlán fue destruida por los conquistadores españoles bajo el mando de Hernán Cortés en 1521. La ciudad fue incendiada y muchos de los aztecas fueron asesinados. La caída de Tenochtitlán marcó el fin del Imperio Azteca.