Los británicos eran las tribus celtas más numerosas de Gran Bretaña. Vivían en las partes sur y este de la isla, desde Cornwall hasta Yorkshire. Los galos vivían en el oeste y el norte de Gran Bretaña, desde Devon hasta Escocia. Los belgas vivían en el sureste de Gran Bretaña, en Kent, Sussex y Hampshire.
Los celtas de la Edad del Hierro en Gran Bretaña eran un pueblo hábil e ingenioso. Construyeron castros, que eran grandes asentamientos fortificados, y utilizaron armas y herramientas de hierro. También eran agricultores y comerciantes expertos. Los celtas de la Edad del Hierro en Gran Bretaña tenían una rica cultura que incluía arte, música y religión.
La Edad del Hierro en Gran Bretaña llegó a su fin con la invasión romana en el año 43 d.C. Los romanos conquistaron Gran Bretaña y gobernaron la isla durante más de 400 años. Durante este tiempo, las tribus celtas de Gran Bretaña fueron asimiladas gradualmente a la cultura romana.