1. Armas y tecnología superiores: Los españoles tenían acceso a armas y tecnología más avanzadas que los incas, incluidas armas de fuego, armaduras de acero y caballos. Estas ventajas dieron a los españoles una ventaja significativa en la batalla, ya que pudieron infligir muchas bajas a los incas desde la distancia y sufrieron pocas pérdidas propias.
2. Alianzas con grupos nativos: Los españoles pudieron forjar alianzas con varios grupos nativos que no estaban contentos con el dominio inca. Estas alianzas proporcionaron a los españoles valiosa inteligencia y apoyo logístico, y también ayudaron a dividir y debilitar el Imperio Inca.
3. Enfermedad: Los españoles también trajeron consigo diversas enfermedades contra las cuales los incas no tenían inmunidad, como la viruela y el sarampión. Estas enfermedades diezmaron a la población inca, debilitando aún más el imperio y haciéndolo más vulnerable a la conquista española.
4. Liderazgo: Los españoles tenían un líder fuerte y carismático en Francisco Pizarro, quien pudo unir a sus hombres e inspirarlos a la victoria. Por el contrario, los incas estaban divididos por una guerra civil entre dos hermanos rivales, Huáscar y Atahualpa, que debilitó aún más el imperio y facilitó la conquista a los españoles.
Estas ventajas se combinaron para dar a los españoles una ventaja decisiva sobre los incas y, en última instancia, condujeron a la conquista española del Imperio Inca.